lunes, 29 de septiembre de 2014

23 de septiembre. Aprender a mirar.

Aquí estoy de nuevo, esta vez para retomar mi cuadro del puente.
La última vez que hablé de él estaba así:
Estado del cuadro a 30 de junio de 2014
Desde entonces ha cambiado bastante. Al terminar el pasado martes tenía este aspecto:
Estado del cuadro a 23 de septiembre de 2014
Pido disculpas por tantas diferencias de luz en ambas fotos. Como sabéis, las hago con la "tablet", por lo que no debería ni siquiera llamarlas fotografías.
Prometo que al terminar el cuadro haré una fotografía de verdad, para mostrar los colores como son.

Como veis, muchas cosas han cambiado. Muchos detalles. Y muchos descubrimientos.
Una de las cosas que más me gustan de la pintura es el proceso: Primero hay que observar, luego comprender, y luego plasmar lo que tienes delante. Para poder representar lo que quieres, debes tener claro lo que es y, sobre todo, cómo es. 
Ese proceso no es automático. No lo realizamos cuando simplemente "miramos" un paisaje, una escena, incluso aunque nos llame la atención. 
¿Cuántas veces nos quedamos asombrados al mirar algo y pensamos que es hermoso? Sin embargo, ¿cuántas de esas veces nos paramos a pensar sobre el por qué es hermoso? ¿Qué tiene que hace que nos admiremos ante ello?

Pues bien, cuando tienes que pintarlo, no queda más remedio que buscar hasta encontrar ese "algo". Y cuando lo encuentras, sin duda descubres la maravilla que es el color, y cómo los colores se unen a las texturas para mostrarnos su verdadera realidad. Sólo entonces puedes tratar de reproducir (o re-crear) esa escena con los materiales a tu alcance. 
Y a veces, sólo a veces, al mirar el lienzo vuelves a sentir lo mismo que cuando miraste el original por primera vez.
NOTA: El resultado no tiene que ser perfecto para hacerte sentir lo mismo.

Sin duda, el arte de la fotografía nos permite captar esa escena que nos hacen sentir admiración, asco, asombro,...
El fotógrafo trata de capturar ese sentimiento, y para ello usa todas las técnicas a su alcance. Si el resultado es satisfactorio, nos permite sentir lo mismo a los que disfrutamos de sus capturas. La fotografía nos hace accesible lo inaccesible.

Sin embargo, la pintura va más allá. El pintor no captura la escena. La re-crea. La reconstruye. La convierte en suya y nos la ofrece.
Quien pinta no mira como los demás. Aprende a mirar. Ve amarillos en las blancas nubes, verdes en el agua azul, sombras y luces que crean volumen. 

Analiza el efecto que produce le contraste del gris de la cuneta de la vía del tren con ese verde tan intenso en unos simples matorrales...
Detalle matorrales: 14 de julio de 2014
... o se pregunta qué tono tiene el agua allá al fondo para ser tan cálido...
Detalle del agua, 22 de julio de 2014
y descubre que es amarillo, por el reflejo del sol.

Y las casas, esas 3 o 4 simples casas... ¿Qué tienen de especial para que se nos vaya la mirada a ellas? ...
Detalle del cuadro a 22 de julio de 2014
...entendiendo que esos colores aportan luz a esa penumbra inquietante del bosque que hay detrás (¡Cómo equilibran el "peso" del cuadro, que tanto tira hacia la izquierda!) 

O se pregunta, ¿porqué es más oscuro el agua en el primer plano?...
Detalle del cuadro a 23 de septiembre de 2014
...descubriendo que no es oscuridad, sino el verdor del monte reflejado en sus aguas. La mismas aguas que se vuelven blancas al pasar por entre los arcos, sin duda debido a un pequeño desnivel que hace que se forme espuma. 

No quiero parecer pretencioso, simplemente os cuento lo que he ido descubriendo al MIRAR, para luego pintar.
Cada vez que entendía el porqué de un color en un lugar, descubría más belleza y me resultaba más sencillo pintarla. Aunque no fuese igual que en la foto. La re-creaba. 

Y así, poco a poco, bonita o fea, voy haciendo mía la imagen.

Y pienso que ojalá pudiera pintar cada fotografía que hice para poder entender mejor la belleza que hay detrás. 


El Aprendiz.

domingo, 28 de septiembre de 2014

23 de septiembre de 2014. Puesta en marcha.

De repente descubro que ha pasado tanto tiempo desde la última vaz de abrí mi blog...

Ha pasado el verano y he vuelto a trabajar. 
El trabajo es necesario y bueno para el ser humano, pero absorbe. Y de nuevo me cuesta encontrar huecos para otras actividades tanto o más importantes: Las labores domésticas, la familia, pintar, leer los "posts" de mis amig@s bloguer@s, escribir mis propios "posts" (¡qué poco me gusta esta palabra"), ... 
Por ahora voy pudiendo dedicarme a todas ellas, excepto en las dos últimas. Lo siento, amigos a los que no he leído en este tiempo. Prometo ponerme al día.

Lunita y yo seguimos pintado, salvo durante el parón veraniego. Algunos lunes los cambiamos por martes, pero seguimos. Pasamos buenos ratos. Ella me cuenta sus novedades (¡GRANDES novedades algunas, por cierto!) y yo también a ella las mías.
El otro día me contó que ciertos amigos suyos a los que les había hablado del Blog me habían leído de vez en cuando. ¡Qué sensación saber que alguien a quien ni conoces, con quien no tienes nada que ver, lee lo que escribes! De repente sentí que tenía cierta obligación de escribir por ellos, por todos vosotros. Y aquí estoy. Trataré de seguir aportando mis sensaciones al pintar, o lo que se me ocurra.
Y se me ocurre que estaría bien que os muestre también los avances de Lunita, aunque sólo sea una foto de vez en cuando, para que lo vean sus amigos.

Lunita lleva tiempo haciendo "trabajos manuales", más que pintar, porque está preparando el lienzo para su nuevo trabajo. El último día por fin terminó esa labor. Le ha quedado espectacular.
Cuadro de Lunita a 23 de sptiembre de 2014
Como veis, ha creado unas hojas de árbol con cartón, las ha superpuesto, pegado y luego recubierto de Gesso (la sustancia con la que se preparan los lienzos) para poder pintar encima de ellas. Ahora ya puede empezar.

Yo, por mi parte, continúo con mi cuadro del puente, que está bastante avanzado desde mi último artículo (ésta palabra me gusta más), pero se me ocurre que será mejor dejarlo aquí. Ahora me pondré a escribir otro para contaros varias cosas acerca de mi cuadro. Al fin y al cabo, cuando empecé este blog me comprometí a que no escribiría artículos demasiado largos. 

Sirva éste como puesta en marcha del nuevo curso.


El Aprendiz.

Postdata: ¡ENHORABUENA, Lunita! Éste va por ti.