jueves, 22 de enero de 2015

Un blanco fácil

De cuando en cuando, nuestro "primer" mundo, se convulsiona ante atrocidades cometidas por esos bárbaros que utilizan el nombre de Dios en vano: Los atentados del 11-S en Estados Unidos, el 11-M en Madrid, y ahora los asesinatos de París.
Nos escandaliza y nos asusta que ataquen donde más nos duele: la libertad. Sobre todo, la libertad de expresión.
La sociedad es movilizada (pienso que es más exacto decir que "nos movilizan" antes que "nos movilizamos") ante hechos como éstos, y eso es bueno. Los dirigentes se unen en declaraciones condenatorias y se fotografían juntos contra el terrorismo, y eso es bueno. Se compran millones de ejemplares de un panfleto de escasa tirada como "Charlie Hebdo" como gesto de protesta, y eso es bueno... (me quedo pensando si realmente es bueno)... SÍ, es bueno.
Todo esto es bueno.

Miles de cristianos son asesinados, secuestrados, despojados de todo y expulsados, simplemente por ser "nazarenos", en países como Siria, Irak, Nigeria, etc.
El avance del terrorismo islamista conlleva la aniquilación de cualquier otra religión, pero sobre todo la Cristiana.
Mas de 120.000 cristianos de Irak (prácticamente todos los que había) están hoy en campos de refugiados en el Kurdistan. Niñas cristianas son secuestradas, obligadas a convertirse al Islam y "casadas" (esclavizadas) con los terroristas.
¿Y dónde están las reacciones ante esta barbaridad? 
¿Y la repulsa, la movilización, la protesta y las manifestaciones?
¿Qué están haciendo los dirigentes ante esta barbarie?
La respuesta la conocemos bien.

Los cristianos -"nazarenos" como les llaman despectivamente- no podemos esperar nada de los demás si los propios cristianos no nos estamos movilizando ya contra esta barbarie.
No podemos esperar que lo haga por nosotros la Sociedad. 
Nuestra Sociedad es esclava del dinero. La reacción sólo se produce cuando corre riesgo el Sistema. Casi siempre detrás de una movilización hay un interés económico, incluso cuando el motivo de la misma sea muy loable. Y casi nunca los "movilizados" son conscientes de ello. No me gustan las manifestaciones. No voy a ninguna. Siempre he pensado que se suele manipular a los asistentes y, en el mejor de los casos, no sirven para nada.

Los cristianos son el blanco fácil. Los asesinos saben bien que nadie va a dar la cara por ellos.
Se ha blindado la libertad de expresión, aunque se utilice para ofender a otros, pero no se ha invertido suficiente en crear mecanismos para defender adecuadamente a los ofendidos. Y eso NO es bueno. Si hubiese mejores mecanismos de defensa, algunos no podrían esconderse detrás de un dios para cometer esas atrocidades.
Es verdad que hubo un tiempo en el cual se utilizó la fe cristiana como arma contra los judíos y musulmanes. Y alguno dirá, amparado en la Libertad de expresión, que "se está haciendo justicia". Y contra él no irá nadie porque está en su derecho de decirlo. Pero a ése yo le digo que aquello fue en el siglo XV. Si se está haciendo justicia ahora, entonces poco ha evolucionado la raza humana en 6 siglos. Poco hemos aprendido de nuestros errores.

No hay que ser Cristiano para condenar estos hechos, al igual que no había que ser Judío para condenar a los nazis.
Nos escandaliza, nos asusta y nos moviliza que ataquen donde más nos duele: nuestro bienestar. Pero si no nos toca el bolsillo, nos quedamos tranquilos.
La verdadera movilización es actuar. Mojarse. Levantarse del sofá y hacer algo.

Si queréis saber más sobre lo que está pasando, aquí os dejo unos enlaces:
https://www.ain-es.org/

http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/8168475/yo-tambien-soy-cristiano-de-irak#.Ttt19wvBtYPm93M
(Sí, es "La Razón", pero no encontré reseña alguna en otros periódicos) 



El NAZARENO Aprendiz.

Postdata: No se ha vuelto a saber nada de aquellas 200 niñas secuestradas... ¿Qué habrá sido de ellas, Dios mío?

martes, 13 de enero de 2015

¡Lo quiero ya!

Es el título de un artículo que he leído. Aparece en un especial de "El País" sobre tecnología, o mejor dicho, sobre estos dispositivos electrónicos ("gadgets", o "cacharritos", como yo los llamo) que tanto nos atraen, que nos rodean y nos invaden. Bien es cierto que somos nosotros quienes hemos nos hemos rodeado de todo tipo de "smart-cosas": smartphones, smartwatches, smarttv,...

El artículo nos explica cómo toda esta tecnología (con minúsculas) nos permite acceder en el momento a todo tipo de artículos y servicios. Podemos comprar cosas, pedir la comida, entradas para espectáculos, transporte, etc. Nos pone al día de las nuevas tendencias en "inmediatez en la red":
Apps que ofrecen servicios de "hazlo tú por mí" o "personal shopper", pero añadiendo un compromiso de entrega de menos de 15 minutos. ¡Impresionante!

Pero el artículo va más alla y nos muestra un mosaico que personas histéricas, exclamando sandeces como:
"Necesito transporte inmediatamente"
"Necesito que vengan a limpiar a mi casa ya"
"Necesito la comida en mi casa en 15 minutos"
"No me apetece nada ir a la compra"
"¿Quien me trae a casa todo lo que he comprado?"
etc.

Todo esto combinado con la Mensajería Instantánea, o sea, el Whatsapp, nos permite hacer parácticamente todo sin movernos del sofá...

... 
¿Habéis visto la película de Disney "Wall-e"?
Me acaba de venir a la mente la imagen de los humanos que aparecen en esa película:
 
Pues eso... 

Al final del artículo, en una esquinita, un neurólogo nos cuenta que con la recompensa inmediata el cerebro humano libera dopamina, una sustancia (mi mujercita sabrá mejor qué es exactamente) que nos produce sensación de satisfacción. Similar a la que da el sexo. Es algo natural, ligado a la supervivencia de la especie, que hemos "sublimado" a base de provocar ese placer con cualquier hecho banal, como el hecho que te traigan la comida rápidamente. 

Conectados permanentemente, dispuestos a recibir notificaciones de las muchas "apps" que tenemos instaladas en nuestros "smart-loquesea", y permitiendo estar geolocalizados, nos convertimos en objetos de deseo de todo aquel que tiene algo que vender, de todos estos creadores de necesidades... o sea, en carne de cañón.

Porque, claro, el que piense que todos estos "adelantos" nos hacen la vida mejor, está muy engañado. Más bien surgen para convertirnos en adictos de esa sensación placentera que da el conseguir algo de al momento sin esfuerzo. Y cuando somos adictos, entonces ya no podemos ya vivir con "el mono".Y compramos más, y más. Y pensamos menos, nos esforzamos menos, nos volvemos más inútiles.
Y, lo peor es que como con cualquier droga, un día dejará de producir satisfacción convirtiendo en frustración el no tenerlo todo fácilmente y a mano. Y entonces, ¿Qué? Más droga. 
(Vale, me he pasado un poco, me he dejado llevar por una visión apocalíptica del futuro, lo siento)

Y yo me pregunto, ¿dónde quedó la satisfacción que produce ver el resultado del trabajo? ¿El fruto de la paciencia?
¿Cómo se sentirán los artistas, que tardan mucho tiempo en terminar sus obras? (bueno, la fiebre de la inmediatez y la banalidad alcanza también el mundo del Arte, pero bueno...)
¿Quien apreciará el ver crecer una planta? ¿Quien cuidará todos los días durante 2 meses a las simples lechugas hasta poder cosecharla? 
¿Dónde queda el placer por construir una maqueta o hacer puzzles, poquito a poquito?
¿ Y qué me decís del gusto de ver la última temporada de tu serie favorita tras meses de espera?

Yo soy Tecnólogo. Me dedico a esto, es mi profesión. Estoy al día. No estoy en contra de la disponibilidad y del uso RACIONAL de las nuevas tecnologías. Muy al contrario, vivo de ello. Existen muchas nuevas aplicaciones muy útiles para personas que viven solas o con movilidad reducida, para sacarte de un aprieto cuando no tienes tiempo, o simplemente para hacer algo más cómodamente. 
Lo que me ocurre es que tengo MIEDO. Miedo de adónde nos lleva esta vorágine. Miedo a que mis hijas, o los hijos de mis hijas pierdan el valor de una buena conversación tomando café, sin prisas. O el valor del trabajo bien hecho, con paciencia, sin prisas. O que pierdan el tiempo con tonterías en el salón en lugar de moverse, de conocer mundo. Yo, sin darme cuenta, estoy empezado a ser adicto. Ser consciente es un primer paso. Ojalá pueda dedicar todos mis esfuerzos a no dar mal ejemplo a mis hijas. Es lo único que puedo hacer.


El Aprendiz.

Postdata: Al terminar de leer el artículo, veo un anuncio de una App en la página de al lado que reza:
"Será como llevar al amigo en el bolsillo"


... sin comentarios (o quiza sí, pero en otro artículo)